martes, abril 24, 2007

La dialéctica de la propia marca


Tiempo de lectura: 25 seg.

Desconfío tanto de la raza humana, tanto, que si alguien dijera lo que sea de sí mismo inferiría lo inverso. Tildaría de vanidad "soy modesto". De modestia "soy vanidoso". De sinceridad "soy mentiroso". De mentira "soy sincero".

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Los libros de marketing avanzarán en su dialéctica, y asesorarán a sus lectores para que se presenten diciendo de sí mismos exactamente lo inverso a lo que pretendan informar.

martes, abril 17, 2007

Las bellezas del hombre mayor


Tiempo de lectura: 48 seg.

Para las chicas de primero de liceo, que un varón llegue al bachillerato basta como seña de admiración. Si opta después por sexto arquitectura, y anda con su tabla de dibujo, sex simbol. Si viene en moto, o oyen que toma clases de manejo, ya parece pornografía. Cuando llegan a tercero aún queda alguna inmadura fascinada con uno de sexto. Y cuando llegan a cuarto, si el liceo no contrató docentes, ni cantineros, ni fotocopiadores bonitos, las chicas se deprimen. Se fugan de la peor asignatura, corren a la puerta de la facultad más cercana, y miran con delirio a los futuros abogados. En la facultad sus preferidos ya visten formal. Sus hombres soñados dividen las horas entre el trabajo y las últimas materias para recibirse. Cuando la carrera universitaria de estas chicas se acerca a su fin, quedan algunas académicas que miran de reojo a los de posgrado. Cuando se reciben, si empiezan el posgrado, se van con el chico lindo del reparto, o se hacen religiosas, sólo para tantear si D`os les prestaría atención.

martes, abril 10, 2007

El deterioro de las mejores cosas


Tiempo de lectura: 30 seg.

Un día tu mejor amiga te jurará que la escoba le habló. Que con los demás guarda silencio pues le intimidan.
Al día siguiente el profesor, que más admiras, se emborrachará en una fiesta, armará una escenita pública, y querrá irse con alguna.
Te hartarás de ellos, correrás a tu panadería de confianza, querrás tus masitas favoritas en aras de olvidar las decepciones. Pero al dulce de leche del relleno creerás arenoso.
Y te preguntarás si todo lo que elegiste se deterioró ante tus ojos, o siempre había sido así pero no te habías dado cuenta.

-.-.-

miércoles, abril 04, 2007

Sin gravísimo engaño

Tiempo de lectura: 45 seg.

En la ficción todos lloran por algún gravísimo engaño. Me pregunto, ¿vale deprimirse por motivos menos intensos? El deprimido poblacional, sufre por la falta de humanidad dispuesta, siquiera, a engañarle. No le defraudan, porque nadie le prometió nada. El deprimido poblacional piensa en la muchedumbre que le aburre ver. Y se angustia. El deprimido poblacional debe discar un par de llamados. Pero mira al teléfono con el desvelo preocupado del que sabe que madrugará pero ni así se acuesta. Atraviesa una depresión poblacional. Y allá, a lo lejos, en la mitad del cielo se vislumbra una avioneta, y pende un cartelito con el mensaje: “la culpa es tuya”. Sí, él sabe que la culpa es suya. Pero esconde su pecado. Porque su pecado, y su pena, parecen pequeños.