martes, febrero 27, 2007

Con una sola olla


Tiempo de lectura: 45 seg
Los ordenados guardan sólo lo que usan. Minimalismo es la clave (nunca vi una cocina desordenada con una sola olla). Hemos de desprendernos de la basura de valor: manuales y garantías que nunca supimos a qué electrodoméstico corresponden, walk man en la era del MP3, cajitas muy lindas pero demasiado chicas para guardar viejos apuntes y demasiado grandes para guardar broches de pelo, velones aromatizados, cartas reanimantes en las que unas personas, que ya ni recuerdan nuestro nombre, dijeron querernos mucho, agendas sin uso de años pasados, fotos de gente que no guardaríamos pero tememos que justo pase una macumbera por el tacho de basura, la revise, y elija justo la foto que tiramos para engualicharla. Los limpiadores de placard somos unos seres tremendamente misericordiosos que miramos con pena un joystick de Mario Bros sin un botón, mientras que la bolsa de basura suspira de deseo.

25 comentarios:

# dijo...

Hace poco vacié mi placard de ropa vieja. Llené como 5 bolsas de ropa!!! Viviendo solo, mantener el orden es casi un imperativo para mí.

aPerfectCrime dijo...

Orden...
Caos...

Vivimos en un mundo que va a la velocidad de un rayo, cuanto menos equipaje Mejor.

te dejo mis saludos

Palabrasalbapor dijo...

No puedo remediarlo, yo lo guardo todo. Siempre pienso que lo voy a utilizar, o que es bonito, o que me da pena. Asi que de vez en cuando, hago una limpieza y arramplo con todo. Justo después busco algo que acabo de tirar y que llevaba cinco años guardado muerto de asco. Claro, la consecuencia: soy muy desordenada.

Muchos besos desde el agua.

Blondiepower dijo...

Me encanta juntar cosas y ropa que ya no uso..para el dìa que necesito armonizarme con el entorno, tener cosas para tirar.

eresfea dijo...

Tu escritura está más que ordenada. Impecable.

Unknown dijo...

Completamente de acuerdo. Amo el minimalísmo, amo tirar todo (si estoy en duda, lo tiro), amo lo despojado, la esética limpia. Amo a Kubrick.
¡Les traigo amoooooor!

Salú!

vinilica vegana dijo...

"les traigo amoooor" lo dijo el Sr Burns en el mejor episodio de los simpson (mejor porque aparecen los agentes mulder y scully)

ahora a lo nuestro, lo de la macumba fue muy gracioso y es verdad, hay gente que junta todo de todo (yo) pero comprendi que a cada uno le lleva su tiempo deshacerse de las cosas,

Y NO PIENSO TIRAR NI UNA SOLA DE MIS PORQUERIAS!

perdón, creí escuchar a mi madre otra vez...

saludos, lindo post.

Pater Noster dijo...

VISITA INAUGURAL:

Cada vez que arreglo mi auto o mi alcoba, aprox. 1 vez al mes, me sorprende encontrar tanta, pero tanta basura.

Por eso mi cabeza la reviso mas seguido, para no estar al filo de la demencia.

Saludos desde Merida, Mejicana

Planeta Eskoria dijo...

pah!! como me cuesta tirar las cosas viejas, y ni que hablar de la ropa aunque tenga que dejar de comer un año para que me entre.

Aguante el galpòn

Licantropunk dijo...

Misión imposible. Yonquis de la nostalgia. Nietzsche se equivocaba: nada vuelve, solo los fantasmas del deja vú.

galafer dijo...

cierto...insoportablemente cierto!!

@sirbuntalot dijo...

muy buena entrada, andi.
soy el peor ordenador de placares o cajones. siempre pienso en que "quizá algún día lo necesite". y es algo murpheano (palabra inventada), lo tirás y lo volvés a precisar.

Unknown dijo...

Vinilica,

wiiiii sos simpsons-ñoña como yo! :)

Juan Ignacio dijo...

Jajaja, tenes razon! Mucha razon...


Un saludo!

Unknown dijo...

justamente hace cosa de un año atrás, postié sobre un concepto muy parecido. sobre el minimalismo, pero en nuestras vidas.
está bueno pensar en q cuando no estamos obligados a poseer una infinidad de objetos, tenemos una libertad inmensa.

te dejo el link para q visites si te interesa:
http://kesesho.blogspot.com/2006/02/de-la-literatura-subrayada.html

besos

Anónimo dijo...

las cosas que uno guarda son las pruebas de lo que vivió... creo que cuando uno no las tira lo que le pasa es que le cuesta deshacerse del recuerdo que representan y no de la cosa en si misma.

Delirante dijo...

Me encanta decidir qué se queda y que se va, jeje. En casa, el subsuelo hace las veces de depósito de cosas que no usamos, pero que están en buen estado (tengo ganas de venderlas todas todas y hacer algo más útil).

Ayy.. ¡Se siente tan bien cuando ordenás todo y desalojás cosas que ya definitivamente las estás guardando sin motivos..!

Saludos :)!

LaLi dijo...

Muy bueno!! es tal cual lo describis,tengo el pequeño problema de no poder tirar algunas cosas que traen recuerdos, pero que jamás van a ser útiles para algo...como las carpetas de la uni...COMO SI ALGÚN DIA FUERAN DE UTILIDAD!! (para eso se hicieron los libros!!) jajaja..

Muy bueno su blog, ya lo agregué al mio...(permiso eh jaja)

Sandra Becerril dijo...

Tengo que sacar algunas cosas de mi casa... pero al ver las cajas en el jardín me pongo melancólica jeje

besos

Anónimo dijo...

la vida me fue enseñando que uno es tan grande como la cantidad de cosas que es capaz de desprenderse...
papo

Anónimo dijo...

la vida me fue enseñando que uno es tan grande como la cantidad de cosas que es capaz de desprenderse...
papo

Gustavo López dijo...

Mucho orden implica mucama o falta de vida. Nada de orden implica haber pasado por mi casa.

LLL dijo...

Ando necesitando un mario bros para super nintendo recien adquirido. Volvi, si... siempre se vuelve. Y hasta esta bueno, de pronto.
Gracias por la visita.

Saludos, desde Barranqueria.

La Leyenda dijo...

Me parece entender que el ser ordenado no se lleva con el sentimentalismo que atesora recuerdos en objetos inanimados o pordría ser que no somos practicos y guardamos objetos con la esperanza de que algún día nos serviran para algo siendo que ni idea tenemos de para que sirven...
A veces el tiempo, la desidia... el "dejalo ahí" que no estorba.
Yo de vez en cuando hago "limpieza" pero es inevitable dejar una que otra cosa que servira.. no se cuando, pero servira

Anónimo dijo...

En el momento en que decido tirar cierto objeto, por más inválido que éste sea, un tsunami de argumentos absurdos me invade, lleno de razones de la razón por lo cual no debería hacer tal acto de desapego, con esa cosa, sí, esa cosa que hoy miro hasta con desprecio y poder, pero en cierto momento del pasado supe querer por su utilidad, o simple belleza, y no sabré hasta despues de tirarla si la añoraré, por amor o por necesidad.