sábado, diciembre 29, 2007

Los austeros versus los no austeros


Tiempo de lectura: 30 seg.
En un sitio austero puedes demostrar la agudeza de tu espíritu, sonriente, con la frente en alto. O auto compadecerte. Visto así, parece nítida la grandeza del sonriente y la pobreza del que se auto compadece. Pero el que no tolera la austeridad precisa creer que, quienes la toleran, son primitivos.
Si el deprimido decidiera engrandecer su espíritu sonriéndole a una vida de monje, le costaría luchar contra su instinto de dar un codazo a sus ex colegas deprimidos, o una guiñada, que dijera a las claras:
- Yo sonrío, pero no duden que odio este colchoncito de mala muerte, el café sin nada porque no me dan sacarina, y las paredes a medio pintar.

miércoles, diciembre 19, 2007

La inmaterial alegría




Tiempo de lectura: 15 seg.


El ser codiciado es sólo un intangible intento de recotizar nuestra moneda. Para saber cuánto vales, te bastará con saber que podrías comprarlo. Luego preferirás que un ser, de valor inmaterial, te dé una inmaterial alegría.




Pero te tranquilizará guardar los ahorros en la mejor moneda, por si acaso.

miércoles, diciembre 12, 2007

El cien que no es cinco

Tiempo de lectura: 30 seg.

El que pretenda no esforzarse, deberá, igual, esforzarse en aparentar esfuerzo. Es más fácil comprar un regalo que parezca de cien dólares con cien dólares, que con cinco. Es más fácil entregar un trabajo que parezca de cien horas con cien horas, que con cinco.
El que entrega cinco deberá, pues, esforzarse en aparentar cien. La viveza de dar menos y que parezca más agota: dolería ese descubrimiento.

miércoles, diciembre 05, 2007

El bache del conversador



Tiempo de lectura: 35,5 seg.
Quisieras, cuánto quisieras, una cajita llena de conocimientos básicos, con el lema: “nunca más me avergonzarán en una conversación”.

Cuando no sepas lo último, ¿alegarás sólo poca actualidad, y no ignorancia?, y cuándo no sepas lo antiguo, ¿qué dirás? Y cuando lo antiguo crezca tanto, por suma de actualidades pasadas, ¿cómo superarás tus baches culturales?, tal vez ya sea tarde para adquirir el conocimiento básico que exige el tránsito de un buen conversador. Pero alguien se compadecerá cuando pesque tu bache, porque teme que algún día den con el suyo.