sábado, diciembre 29, 2007

Los austeros versus los no austeros


Tiempo de lectura: 30 seg.
En un sitio austero puedes demostrar la agudeza de tu espíritu, sonriente, con la frente en alto. O auto compadecerte. Visto así, parece nítida la grandeza del sonriente y la pobreza del que se auto compadece. Pero el que no tolera la austeridad precisa creer que, quienes la toleran, son primitivos.
Si el deprimido decidiera engrandecer su espíritu sonriéndole a una vida de monje, le costaría luchar contra su instinto de dar un codazo a sus ex colegas deprimidos, o una guiñada, que dijera a las claras:
- Yo sonrío, pero no duden que odio este colchoncito de mala muerte, el café sin nada porque no me dan sacarina, y las paredes a medio pintar.

miércoles, diciembre 19, 2007

La inmaterial alegría




Tiempo de lectura: 15 seg.


El ser codiciado es sólo un intangible intento de recotizar nuestra moneda. Para saber cuánto vales, te bastará con saber que podrías comprarlo. Luego preferirás que un ser, de valor inmaterial, te dé una inmaterial alegría.




Pero te tranquilizará guardar los ahorros en la mejor moneda, por si acaso.

miércoles, diciembre 12, 2007

El cien que no es cinco

Tiempo de lectura: 30 seg.

El que pretenda no esforzarse, deberá, igual, esforzarse en aparentar esfuerzo. Es más fácil comprar un regalo que parezca de cien dólares con cien dólares, que con cinco. Es más fácil entregar un trabajo que parezca de cien horas con cien horas, que con cinco.
El que entrega cinco deberá, pues, esforzarse en aparentar cien. La viveza de dar menos y que parezca más agota: dolería ese descubrimiento.

miércoles, diciembre 05, 2007

El bache del conversador



Tiempo de lectura: 35,5 seg.
Quisieras, cuánto quisieras, una cajita llena de conocimientos básicos, con el lema: “nunca más me avergonzarán en una conversación”.

Cuando no sepas lo último, ¿alegarás sólo poca actualidad, y no ignorancia?, y cuándo no sepas lo antiguo, ¿qué dirás? Y cuando lo antiguo crezca tanto, por suma de actualidades pasadas, ¿cómo superarás tus baches culturales?, tal vez ya sea tarde para adquirir el conocimiento básico que exige el tránsito de un buen conversador. Pero alguien se compadecerá cuando pesque tu bache, porque teme que algún día den con el suyo.

miércoles, noviembre 28, 2007

El afán del comediante


Tiempo de lectura: 40 seg.


El que habla sin rigor pretende que así lo oigan. Cree haber elegido a oyentes que lo decodificarán. Cree que sabrán que colorea sus dichos. El que habla sin rigor exagera, cuando lo cree propicio. Dice alguna maldad o inexactitud. Y habrá alguno que lo acuse, a secas, de inexacto o malvado. Ese oyente literal se considerará en la alta posición de reeducar con sus valores. Pero, para el que habla en sentido figurado, el oyente literal estará en la baja posición de haber sido solemne en un contexto que no lo ameritaba.

miércoles, noviembre 21, 2007

Los trechos de la autocensura


Tiempo de lectura: 30 seg.

El pensamiento es tan orgánico, tan incontrolable, que alguno le llama sentimiento.

Cuando internan a una persona que valoras te angustia, inevitablemente, tener que faltar a la fiesta que tenías programada. Otro costado de tu cerebro se avergonzará y autocensurará tu banalidad natural. Y, obediente con ese costado, ni siquiera mencionarás el festejo al convaleciente.

Porque has aprendido que aunque el pensamiento no tenga control, la palabra lo tiene. Porque el mismo trecho que separa al dicho del hecho, separa al pensamiento del dicho.

miércoles, noviembre 14, 2007

La vocación educativo-justiciera

Tiempo de lectura: 25 seg.

Los vanidosos y los modestos despiertan en el prójimo una vocación educativo-justiciera. Al que se crea la gran cosa, intentarán decirle:
- Vales poco.
Así, la vocación educativo-justiciera dirá al modesto:
- ¡Cuánto vales!
Cuán poco sabremos de los vanidosos que valen mucho, y de los humildes que sólo cultivan esa virtud. Y, para peor, el vanidoso más inteligente, a sabiendas de este afán de reajuste, fingirá creerse poco.

martes, noviembre 06, 2007

La aptitud natural

Tiempo de lectura: 30 seg.

Tras tantas pruebas para acreditar que podrás hacerlo, ya no te propones tanto adquirir aptitud como demostrar que ya la traes contigo.
Si mereces perder, te convendrá que suceda. Ojalá la prueba oficie de amiga que te rescata del gran fracaso futuro.
Preferir el certificado de aprobación como sea, es como evitar ir a duelo con tu tía, para enfrentar luego al mismísimo Hulk.
Pero cómo cuesta ver la prueba perdida como profecía de la propia inutilidad. Qué ganas dan de decirle al testeador:
- Nací cirujano, ahora quiero mi papelito para abrir a ese paciente.

miércoles, octubre 31, 2007

La memoria en jaque


Tiempo de lectura: 15 seg.

Una parte de la memoria recuerda qué llevó al conflicto en el pasado, así no boicoteará a lo futuro.
La otra, teme que ese pasado genere un resentimiento que trabe el avance, que llene al clima de una animosidad bélico-insensata, cuando hoy el contexto es, por lo menos, distinto.

Cuesta discernir si la experiencia del pasado nutre o indigesta.

miércoles, octubre 24, 2007

Cualquier pretensión de espontaneidad falla


Tiempo de lectura: 30 seg.


Cualquier pretensión de espontaneidad falla. Nace callar parte de la verdad. Lo natural es exhibir poca discordia. Y poca lujuria. Decirlo todo es un esfuerzo. El que es frontal se lo propuso. El que tiene códigos, ya los había redactado. Pero la naturaleza humana, si es que hay una, es tímida. Teme decir te quiero, sin saber si la querrán. Teme romper la armonía, sin saber si habrá apoyo. La que provoca no es la naturaleza, la suple otra cosa. Y mientras, la naturaleza, tiembla.

miércoles, octubre 17, 2007

La alabanza inmerecida

Tiempo de lectura: 35 seg.
El marketing relacional aconseja ceñirse a construir autoestimas, mediante alabanzas para que, una vez construidas, obedezcan y amen al creador. Pero el seguimiento abusivo de esta norma sólo ha logrado anularla. Criterio, ahí la clave.

Al que diga cumplidos cada tres palabras, le pasará como al pastor mentiroso: tanto engañó con que el lobo venía, que cuando vino se llevó a todas las ovejas porque nadie le creyó. Así, el que halaga como método, no podrá diferenciar con sus palabras la aparición de algo célebre. Porque tantos cumplidos adormecen el ánimo del oyente, que ya no registra qué cosa es buena.

miércoles, octubre 10, 2007

La gramática del cariño

Tiempo de lectura: 40 seg.

¿El que usa las palabras con cuidado debe creer que todos se toman idéntico reparo?

Él aprecia a sus nuevos compañeros de trabajo, tanto como ellos a él, quizá más. Pero cuando le dicen amigo, calcula las acepciones de la palabra. Descubre que sólo los estima. Y sufre: genera tanto amor y no puede devolverlo. Y perderá esa simple estima de sus compañeros, por no obsequiarles una palabra inexacta. Debería entender que sólo lo dicen por llenar el silencio, por descontracturarse.

La palabra inexacta es un asunto que sólo le concierne a la gramática.

miércoles, octubre 03, 2007

La sagacidad de los más lentos


Tiempo de lectura: 40 seg.


Si tu fuerte no es la velocidad de respuesta, conviértete en el más lento de todos. Así no fallaras. Más vale parecer lento, que aventurarse en el juego retórico y perderlo todo. Cuán molesto es pensar al día siguiente: "Yo lo que le tendría que haber dicho...".

La próxima vez, ni te propongas dar una respuesta idéntica. Tendrás más éxito si, descolocando al sagaz, deshaces su frase por completo, muy lentamente, diciéndole algo como:

-Percibo que dijiste que soy así, pero querías decir que soy lo opuesto. Tu ironía me molesta.

miércoles, septiembre 26, 2007

La catarsis de las víctimas

Tiempo de lectura: 20 seg.

Si alguien arruina todo irreversiblemente, no debe, además, gritar:
-Soy una basura.
Busca, además, auto-congraciarse. No remedia nada quien sólo dedujo que parecería menos basura por notar que era una basura y encima gritarlo. Adormece la reacción del indignado. No le basta arruinarlo, precisa abortar la catarsis de sus víctimas.

miércoles, septiembre 19, 2007

El peso de la facilidad

Tiempo de lectura: 30 seg.

Si inicias un vínculo con alguien, públicamente, desesperado por compañía, te sentirás más libre si no conoce a nadie de tu ámbito. Caso contrario, te agota la presión de que todos sepan el bajo mérito que tiene la obtención de ese cariño. Más vale que sólo tú sepas que cualquiera podría estar en tu lugar. Más vale fingir que hay obstáculos. Que parezca que obtuviste algo difícil de obtener. Te creerían poca cosa si supieran que te aferras a algo que se regala.

miércoles, septiembre 12, 2007

La ingenuidad de la ambición


Tiempo de lectura: 20 seg.


En la atracción el codiciado engaña al ambicioso deliberadamente. Porque atraer atrae. Y a nadie le gusta rechazar cariño. El codiciado procura extender todo lo posible el tiempo de meseta. Y luego el ambicioso se reprocha, no entiende cómo creyó, por tanto tiempo, que ganaría. Cree haber sido ambicioso, cuando el único ambicioso era el codiciado.

miércoles, septiembre 05, 2007

Los peligros de la complicidad


Tiempo de lectura: 20 seg.

Cuando oficias de cómplice, tus compañeros te confiesan cómo engañan a la gente cargosa. Con qué truquitos los pierden de vista, cuáles son las excusas más exitosas, cómo se las ingenian para llamar a horas en las que atenderá la contestadora…

Pero luego, cuando cargoseas, olvidan que fuiste cómplice: tratan de aplicarte los mismos truquitos y, encima, creen que caerás.

miércoles, agosto 29, 2007

Los cortos trechos de la justicia

Tiempo de lectura: 20 seg.

La envidia se sustenta en una supuesta justicia. Nunca vi a un anónimo envidiar a un famoso. Más vale envidiar en trechos cortitos. Por supuesta justicia, la envidia se da entre colegas.

El envidioso cree que debería ser el envidiado. Tal vez por eso lo menosprecia Y así, virtualmente, alcanzan el mismo nivel.

miércoles, agosto 22, 2007

La revancha excesiva


Tiempo de lectura: 35 seg.


Te exiges ecuanimidad. Disimulas tu sed de venganza. Silvestre, libre de rencor. Pero ni la Biblia te lo creerá del todo. Vamos, si la víbora, por darle a Eva un consejito, tuvo que arrastrarse el resto de la vida, y con ella millares de víboras inocentes, aún ni nacidas, fueron condenadas a no levantar la cabeza del suelo.

Toda la raza de Adán y Eva privada del Paraíso, por la ingesta de un fruto. Y luego quieren que tú perdones, olvides el pasado, y evites la revancha.

miércoles, agosto 15, 2007

La certeza supeditada




Tiempo de lectura: 55 seg.


Las acciones sacrificadas se supeditan al grado de certeza del actor. El certero supedita toda su vida a la causa que sabe cierta. Si su certeza no fuera cierta, algo quizá le indicará, cuando muera, que vivió en el error. Si su certeza es cierta, algo quizá le indicará, cuando muera, que era cierto. De ahí el riesgo. El certero le teme, aunque no lo admita, a aquel refrán: “Más vale no escupir para arriba, o te caerá en la cara”.

El de pocas certezas supedita sus acciones a diferentes causas, por las dudas. Imagina que hay una certeza, pero teme de su error, de sí mismo. Aplica el principio, de orden casi económico, que indica: “Más vale no poner todos los huevos en la misma canasta”.

Y habrá un tercero en discordia, que les dirá:
- No hay verdad absoluta.
Pero ni de eso tiene certeza. Si la tuviera, sería un certero.

miércoles, agosto 08, 2007

La espontaneidad sobre-exigida


Tiempo de lectura: 50 seg.

-Quiero que cambies tu actitud.
Te cuestiona tu instintivo proceder, tus costumbres. Con grandeza, tú comprendes el pedido, le das la razón y te comprometes a cambiar. Luego te congratulas: has madurado filosóficamente (oíste la crítica, reprimiste tu orgullo, cediste).
Pero, cuando vas a dar tu primer gran paso en el cambio de actitud, premeditadamente, contra el instinto de aplicar tu actitud usual, descubres que no basta con eso. Debes, además, fingir naturalidad en tus movimientos, que no actúas diferente sólo por el impulso de la crítica, sino, quizá, el autor de la crítica te largue un:
-Ah, pero ojalá cambiaras porque te nace.

miércoles, agosto 01, 2007

La hermosura bienaventurada


Tiempo de lectura: 25 seg.
La fealdad es un enojo religioso, como si el de arriba diera la bienvenida al nacer, pero sólo a medias. El alma de la fea lejos de cultivarse, como indica la compasión popular, vive bajo azotes constantes.
El consuelo más corriente, en un sistema racional regido por el precepto de “bienaventurado el reino de los pobres”, es que la más hermosa tendrá castigo interior. Como si no pudiera la hermosa acumular virtudes y la fea, defectos. Como si el pobre no pudiese ser, además de pobre, nada bienaventurado.

miércoles, julio 25, 2007

El ocio disimulado


Tiempo de lectura: 30 seg.

Cuando alguno se inscribe en un cursillo nuevo habrá otro que le diga:
-Yo no tengo tiempo para cursillos (yo no soy tan ocioso como tú).
El inscripto, ingenuamente, muestra disponibilidad, no necesita demostrar qué importante es; no simula disponibilidad nula. Ante la aparición de una gran actividad apretará su itinerario.
El otro, esquiva reconocer la meritoria productividad del inscripto, compadeciéndose a sí mismo, ante la humanidad, por la ajetreada vida que le tocó. La sabiduría del otro radica en que, acorde a los preceptos de oferta-demanda, lo más codiciado no está permanentemente disponible.

miércoles, julio 18, 2007

La intención agresora


Tiempo de lectura: 25 seg.
* * *
Joven aprendiste el valor de la intención. Aplicas tal aprendizaje cuando te dan un horrible regalo. Amable, te preocupa valorar el esfuerzo y la intención. Hasta sonríes, aun cuando consideras que el regalo es tan feo que parece mal intencionado, o de poca intención, o de una intención de calidad infinitamente peor que la tuya cuando regalas. Entonces el regalador, maldito agresor, se regocija. Decide pues, al ver tu gratitud, herirte aún más, a ver si de una vez reaccionas. Y dice algo como:
* * *
- Yo jamás lo compraría para mí, pero ni bien lo vi supe que te encantaría, que era perfecto para tu personalidad.

miércoles, julio 11, 2007

La verdadera confesión




Tiempo de lectura: 40 seg.
-.-
En aras de obtener el puesto de confidente, como primera premisa disimularás cualquier susto ante lo que oíste, mientras te creas capaz de perdonarlo. Y verás, así, surgir lo más imperdonable. Como capas de cebolla que se van, hallarás el centro del pecador, que confesará los peores horrores, ante tu impasible expresión de oyente feliz.

No te convendrá asustar a tu prójimo, anunciándole qué cosas jamás le perdonarías. Sólo lograrás que, cuando las cometa, prefiera no confesártelo.

miércoles, julio 04, 2007

La fisonomía derretida


Tiempo de lectura: 40 seg.

**


Jurarías que jamás decepcionarás a los sobrinitos de tu ex. Mientras tus suegros hablaban de coberturas médicas con tu cuñada, tú jugabas con ellos. Cuando desapareciste, ellos congelaron tu personaje de Disneylandia. Pero algún día irás al bar con alguien, y los sobrinitos de tu ex justo entrarán, con su mamá, como si fuese el único bar de la ciudad, como si ellos visitasen bares tan seguido. Y no hallarás en tu fisonomía una sola cara que les diga a la vez:
**

-Niños, finjan no conocerme.
**

-Niños, no me abominen.
**

Y entenderás que, congelarse tras la muerte, sólo al señor Walt Disney le ha dado óptimos resultados.





miércoles, junio 27, 2007

La infelicidad abastecida


Tiempo de lectura: 50 seg.
ªª

El refrán enfrenta al dinero con la felicidad. Pero es preferible llorar en un sillón de cuero, que en un pedazo de diario. Nunca vi que una empresa fúnebre envíe a los parientes del fallecido en bici al cementerio. Ni a nadie angustiarse por la aparición de un viaje a París. Ya bastante duro es no ser feliz, más vale no llamar, además, a la pobreza. Más vale no agregar, a la tristeza, un móvil de la policía persiguiéndote por robar una fruta, unas ropitas. Más vale no agregar, a la infelicidad, un préstamo. El que desee llorar sin duda lo hará, si le cortan la luz. Y no hablará con nadie, si le cortan el teléfono.
Mejor no iniciarle revanchismos al pobre dinero. Él no tuvo la culpa. Ni de desaparecer, ni de aparecerle al peor mortal. Un monedero robusto no resolverá todas las penurias, pero siempre ayudará a sobrellevarlas cómodamente.

miércoles, junio 20, 2007

La devaluación de los testigos

Tiempo de lectura: 20 seg.

¿Habrá roles eternos sin testigos?, serás la persona más sabia del salón; la más simpática, de un boliche. Pero, salvo que hayas nacido en vacaciones, festejar tu cumpleaños con la mezcla de testigos de tus diversos roles puede aniquilarte. Los testigos, mezclados, mostrarán que tu rol de sabiduría de salón es puro verso; que tu rol de simpatía, puro alcohol.

miércoles, junio 13, 2007

La antorcha de los menos hábiles


Tiempo de lectura: 25 seg.
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¿Por qué las puertas de vidrio despiertan la gentileza del peor rufián? Hasta él goza demostrando que distingue a la legua el “tire” del “empuje”. Ningún asesino serial consigue empujar la puerta de vidrio y arrojársela en la cara al que viene después. Ni siquiera si lo matará en el próximo minuto. Hasta él teme parecer mal samaritano. Si la habilidad le alcanza para no confundir la función del “tire” con la del “empuje”, quiere exhibir su astucia. Si no le alcanza, ni bien termina de entrar, sostiene la puerta transparente en el aire, así pasa la antorcha de su último aprendizaje.

miércoles, junio 06, 2007

El valor de la pena











Tiempo de lectura: 45 seg.




Hay una persona que te alegra sentada enfrente, en la mesa del pub. Acostada en el costado de la cama. Bailando con una de sus manos en tus omóplatos. Pero tu alegría se disipa cuando no sabes si tú eres su amor idílico. Así, recuerdas cuánto te costará convencerla de que vales la pena. Que esa persona crea que puede prestarte un pedacito de su destino, no implica que valgas la pena. Y tú, con tal de demostrar que vales la pena, darías lo que fuera; hasta darías pena. Y cómo cuesta sostener tu fachada de "valgo la pena" tras la primera charla, tras el primer baile, tras el primer retiro de tus botas, ¿valdrás la pena cuando te saques las botas?, igual te las tendrás que sacar, ¿o acaso eres el gato con botas?

miércoles, mayo 30, 2007

La soledad de los sin lista


Tiempo de lectura: 65 seg.
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En la escuela tuviste un recreo feliz, en el que creíste ganar la amistad de la persona más popular de la clase. Pero, en el recreo siguiente, esa misma persona redactó despiadadamente la lista de compañeros para la cabaña del campamento generacional. Y en la cabaña entraban cinco. Y ni siquiera dijo que tú habrías ocupado el número seis. Tus sueños de popularidad al bombo. En la lista sólo cabían deportistas. Y dormiste en otra cabaña, con dos más que sobraron de la clase.
En el liceo tuviste una hora puente feliz, en la que creíste ganar la amistad de la persona más popular de la clase. Pero, cuando se sacó la bufanda, descubriste en su cuello un tercio de círculo de oro. Los otros dos tercios pendían de los cuellos de otras dos personas muy populares. Ese cuello ya estaba marcado, y contigo no tendría más que unas breves charlas.
Para tu casamiento cuidas incluir en la lista de invitados a quienes te incluyeron, o te incluirían. Y te alegras en la parte civil de la boda, no tanto por la unión con la persona que amas, como por la paz interna que te genera ver tu nombre junto a otro, para la eternidad.

martes, mayo 22, 2007

Los distractores del profeta


Tiempo de lectura: 20 seg.
Toda cita entre dos individuos ofrece doble vacante. Una, para el esperanzado. Otra, para el profeta. El profeta conoce la verdad de antemano. El profeta no quiere perder su tiempo. Y el esperanzado busca que el profeta pierda todo el tiempo posible.
En las citas que fracasarán, el esperanzado agencia de maligno: conoce la profecía, pero trata de torcerla a su favor. En las citas exitosas, el esperanzado maniobra al profeta para que por siempre espere.

martes, mayo 15, 2007

La primera orden es una súplica


Tiempo de lectura: 25 seg.

Tú aparentarás tanta autoridad como el mismísimo Luís XIV pero, cuando das una orden por primera vez, temes que nazca la revolución. Engañaste a todos para llegar hasta aquí, y hoy te arrepientes. Así que palmeas tu espalda, le rezas a tu propio cuerpo y quitas de la baraja de tus subordinados la carta “ignoren sus palabras”.

O acaso quieres que huelan tu miedo, tu adrenalina. No, finges total certeza de que tu voz tiene un destino. Porque ellos son perros y, si huelen que es posible, te morderán.

martes, mayo 08, 2007

La redundancia de los más honestos



Tiempo de lectura: 60 seg.
Un día creerás que apareció La persona indicada. No una, La. Superarás cualquier derrotismo, creerás que verá tus virtudes. Luego te armarás de valor (valiéndote de que la vida es una sola, para qué morir sin que sepa toda la verdad). Te pondrás en evidencia. Dirás la verdad casi como se te reveló. Creerás que cuando tus sentimientos son verdaderos no hay humillación, aun si el otro no corresponde (¿Por qué?, ¿por qué?, ¿por qué creerás eso?).
La persona no dirá ni sí ni no, ni blanco ni negro (a La persona le encanta ser La persona). Con despiadada ambigüedad, te llenará de esperanzas. Y tú querrás, a las semanas, reiterarle tus sentimientos. Aunque ya se los dijiste, te preguntarás si, quién sabe, a lo mejor se olvidó de lo que sientes, pero igual te corresponde.
Pero decir más de una vez tus sentimientos, es peor que la humillación. Repetirlos, es redundancia.

martes, mayo 01, 2007

Tranquilidad ilusoria




Tiempo de lectura: 35 seg.

















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El fumador de porro diurno ridiculiza cualquier estrés. Ya su mirada adormecida ofende al estresado. No le importa. Con pasiva trasgresión, se echa en el pasto a mirar las nubes reblandecidamente. Al estresado le angustia recordar que se le vence algún plazo. Al fumador de porro diurno, no. Ni sabe que falló en el plazo. Y si los afectados lo llamaran al celular, para insultarlo, no contestaría. Se levanta, ve correr al estresado con unos sobres de manila y le dice algo como:


- Hola, qué flasheros tus sobres amarillos.
>
Llegan los eventos sociales. El estresado finge reír con amigos. Se propone reír. El fumador de porro diurno, si recuerda asistir, agita en paz su palma derecha, a modo de saludo general, y de inmediato se va con dos más a fumarse otro al coche. Luego se echa una siesta, y deja los restitos de porro sobre la palanca de cambios.

martes, abril 24, 2007

La dialéctica de la propia marca


Tiempo de lectura: 25 seg.

Desconfío tanto de la raza humana, tanto, que si alguien dijera lo que sea de sí mismo inferiría lo inverso. Tildaría de vanidad "soy modesto". De modestia "soy vanidoso". De sinceridad "soy mentiroso". De mentira "soy sincero".

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Los libros de marketing avanzarán en su dialéctica, y asesorarán a sus lectores para que se presenten diciendo de sí mismos exactamente lo inverso a lo que pretendan informar.

martes, abril 17, 2007

Las bellezas del hombre mayor


Tiempo de lectura: 48 seg.

Para las chicas de primero de liceo, que un varón llegue al bachillerato basta como seña de admiración. Si opta después por sexto arquitectura, y anda con su tabla de dibujo, sex simbol. Si viene en moto, o oyen que toma clases de manejo, ya parece pornografía. Cuando llegan a tercero aún queda alguna inmadura fascinada con uno de sexto. Y cuando llegan a cuarto, si el liceo no contrató docentes, ni cantineros, ni fotocopiadores bonitos, las chicas se deprimen. Se fugan de la peor asignatura, corren a la puerta de la facultad más cercana, y miran con delirio a los futuros abogados. En la facultad sus preferidos ya visten formal. Sus hombres soñados dividen las horas entre el trabajo y las últimas materias para recibirse. Cuando la carrera universitaria de estas chicas se acerca a su fin, quedan algunas académicas que miran de reojo a los de posgrado. Cuando se reciben, si empiezan el posgrado, se van con el chico lindo del reparto, o se hacen religiosas, sólo para tantear si D`os les prestaría atención.

martes, abril 10, 2007

El deterioro de las mejores cosas


Tiempo de lectura: 30 seg.

Un día tu mejor amiga te jurará que la escoba le habló. Que con los demás guarda silencio pues le intimidan.
Al día siguiente el profesor, que más admiras, se emborrachará en una fiesta, armará una escenita pública, y querrá irse con alguna.
Te hartarás de ellos, correrás a tu panadería de confianza, querrás tus masitas favoritas en aras de olvidar las decepciones. Pero al dulce de leche del relleno creerás arenoso.
Y te preguntarás si todo lo que elegiste se deterioró ante tus ojos, o siempre había sido así pero no te habías dado cuenta.

-.-.-

miércoles, abril 04, 2007

Sin gravísimo engaño

Tiempo de lectura: 45 seg.

En la ficción todos lloran por algún gravísimo engaño. Me pregunto, ¿vale deprimirse por motivos menos intensos? El deprimido poblacional, sufre por la falta de humanidad dispuesta, siquiera, a engañarle. No le defraudan, porque nadie le prometió nada. El deprimido poblacional piensa en la muchedumbre que le aburre ver. Y se angustia. El deprimido poblacional debe discar un par de llamados. Pero mira al teléfono con el desvelo preocupado del que sabe que madrugará pero ni así se acuesta. Atraviesa una depresión poblacional. Y allá, a lo lejos, en la mitad del cielo se vislumbra una avioneta, y pende un cartelito con el mensaje: “la culpa es tuya”. Sí, él sabe que la culpa es suya. Pero esconde su pecado. Porque su pecado, y su pena, parecen pequeños.

martes, marzo 27, 2007

Removido de raíz

Tiempo de lectura: 50 seg.








Cuando entiendes la verdad despacio, en proceso, duele menos. La muerte lo demuestra. Y la espera de un mail que nunca llegará. De a poco la verdad cae en tus hombros: no responderá nunca; sufres, así, una lenta agonía de chequeo. De a poco prefieres no chequear la puta casilla de correo. Parte de ti aún cree que llegará. Pero la otra parte de ti, la que deberías obedecer, te grita que no revises más correo, que ya no albergues esa esperanza en tu alma. Que cuides tu alma.

Duele menos saberlo despacio. Duele menos el preciso segundo, como en el pausado despegue de una banda de cera depilatoria. Con los pelos removidos desde su raíz, pero en pausas.

miércoles, marzo 21, 2007

Solteros por contrato

Tiempo de lectura: 40 seg.

Cuando cuestionen tu soltería eterna, tú culpa a los contratos.
Soltera clama en su interior:
-Diosín, le encuentras hombre hasta a Carlota.
Dominio de contratación, allí la clave.
Carlota ofrece sus mercados a Alfredo. Alfredo firma.
Pero Soltero piensa “podría encontrar fácilmente a una dama más hermosa que Carlota”. Pero MashermosaqueCarlota busca a Vivaracho. Pero Vivaracho cree que conquistará a Preciosa. Pero Preciosa seduce a Sujefe.

Así, por culpa de Preciosa, mil contratos fracasan ante el éxito del último: Soltero fracasa tras MáshermosaqueCarlota, MáshermosaqueCarlota fracasa tras Vivaracho, Vivaracho fracasa tras Preciosa y Preciosa firma con Sujefe.

Carlota y Alfredo, sin nadie tras ellos, no anulan ningún contrato. Y tal vez esa contratación parezca poco ambiciosa. Pero comen churros tranquilos. Y no temen engordar. Porque cuando en un contrato ganan todos lo mismo, ninguno teme.

miércoles, marzo 14, 2007

Sus boquitas angloparlantes

Tiempo de lectura: 40 seg.

A cierta edad la falta de First Certificate te desprestigia. Lo notas con los niños bilingües que comparten aula contigo.
Ellos dicen algo como:
- Hello, Y am Philip.
Y tú nada.
Ya quisieras (llamarte Philip). Ellos charlan entre ellos, juegan con su celular, cuando terminan, mucho antes que tú, los ejercicios.
Algún día concursarán para una beca en el extranjero. Menos listos que tú, precisas creer, pero la ganarán. A Harvard le encantarán sus boquitas angloparlantes y con sello pedigree.
Y tú mientras, en Montevideo, acaso en Malvin, despotricarás y, así, expondrás tu inferioridad del todo. Ya bastante que te falte el First, y le sumas la envidia.

domingo, marzo 11, 2007

Bush te amigará con tus amigos

Tiempo de lectura: 35 seg.

Cuando colgué la llamada en espera mi amiga había cortado. Y yo dije: Bush otra vez
1- La llamada en espera es una nueva necesidad de consumo.

2-Estados Unidos preside el consumo.

3- Bush preside Estados Unidos.

4- Corolario1: Bush apoya el consumo.

5- Corolario2: Bush apoya la llamada en espera.

6- Sin la llamada en espera mi amiga no habría cortado.

7- Sin la llamada en espera no me habría peleado con mi amiga.
Así la perdoné. Muchos latinos siguen mi camino.

jueves, marzo 08, 2007

Curioso aroma a jardín

Tiempo de lectura: 15 seg.

¿El fly para las moscas? La pobre morocha sólo pretende silbar en torno a nuestra comida. Quiero ver si se atreverían a golpear a Julio Boca con la palma. La morocha danza también. Ahora el fly no sólo mata a las moscas, promete ocuparse de sus futuras crías, y encima mantener un curioso aroma a jardín.

lunes, marzo 05, 2007

El más viril

Tiempo de lectura: 20 seg.

¿Por qué los hombres inventan citas pasadas con modelos? Les encanta entrar a cualquier salón con la dama más linda. Ni que sumaran virilidad con eso. A la inversa, el más varón se aproximará a la más fea. Y le pedirá una foto, la guardará en la billetera y luego, en el momento propicio, la exhibirá al tiempo que exclamará algo como: “Jojo, tan macho soy, tanto le entro a las mujeres, que hasta anduve con ella”.

martes, febrero 27, 2007

Con una sola olla


Tiempo de lectura: 45 seg
Los ordenados guardan sólo lo que usan. Minimalismo es la clave (nunca vi una cocina desordenada con una sola olla). Hemos de desprendernos de la basura de valor: manuales y garantías que nunca supimos a qué electrodoméstico corresponden, walk man en la era del MP3, cajitas muy lindas pero demasiado chicas para guardar viejos apuntes y demasiado grandes para guardar broches de pelo, velones aromatizados, cartas reanimantes en las que unas personas, que ya ni recuerdan nuestro nombre, dijeron querernos mucho, agendas sin uso de años pasados, fotos de gente que no guardaríamos pero tememos que justo pase una macumbera por el tacho de basura, la revise, y elija justo la foto que tiramos para engualicharla. Los limpiadores de placard somos unos seres tremendamente misericordiosos que miramos con pena un joystick de Mario Bros sin un botón, mientras que la bolsa de basura suspira de deseo.

miércoles, febrero 21, 2007

Peces con condón


Tiempo de lectura: veinte segundos.

Si un pez muere dentro del agua, por causas naturales, ¿se puede comer? Por ejemplo, si el pescadito murió de viejo puedes comerlo. Pero su carne no será tan sabrosa como la del que murió engañado por la lombriz. Si el pez murió de alguna enfermedad, digamos una venérea, se complica: ya bastante asco da contagiarse una enfermedad venérea por un pez. Digo, uno come pescado por cuidarse, pero comer peces con condón puesto ya es el colmo.

miércoles, enero 31, 2007

Pasiones de rúcula


Tiempo de lectura: 15 seg.

conversación verdadera, el sábado 20 de enero a la una de la mañana, en una cena frugal puntaesteña:

- Amo las endivias.

- ¡Y a mí la rúcula me apasiona!

- ¿Y que me decís de la pascualina con una sola tapa?


La delgadez en Punta del Este ya no es un estado físico sino del alma.